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La experiencia de los empleados se ha visto afectada por la línea borrosa del equilibrio vida-trabajo mientras trabajan de forma remota. Esto destaca la importancia de establecer normas que fomenten compromiso e inclusión, entre ellas la flexibilidad laboral.

Para equilibrarse, las oficinas deben transformarse en centros de smart working, utilizados como una extensión del espacio de trabajo en el hogar, principalmente disponibles para colaboración, reuniones, redes y tiempo fuera de casa para romper la jornada laboral.

Las empresas pueden obtener un mayor retorno de la inversión en tecnología y, quizás igual de importante, brindar una mejor experiencia a los empleados gracias a la formación continua.

A largo plazo todos nos veremos compitiendo con un bagaje similar. El propósito ya no marcará la diferencia en el mercado laboral. Finalmente, lo que diferencie realmente a unas compañías de otras será su cultura empresarial.

¿Cómo crearemos el espacio de trabajo necesario y cómodo para combinar freelancers, trabajadores remotos y a tiempo completo? Es el nuevo reto que nos llega con la irrupción en el mercado de la fuerza laboral líquida.

A medida que las operaciones de procesos de outsourcing se vuelvan más complejas e integradas con el entorno comercial más amplio, la tecnología desempeñará un papel más importante para garantizar que puedan escalar.

Te preguntan ‘¿cómo te ves dentro de cinco años?’ en tu entrevista de trabajo. Es importante ser reflexivo al respecto, porque tu respuesta puede revelar mucho sobre ti al personal de contratación que te evalúa como un candidato potencial.

El employer branding debe lograrse en colaboración con los profesionales de recursos humanos, los equipos de marketing de reclutamiento adecuados y debe reflejar la voluntad de apoyar la satisfacción laboral y la mejor experiencia del empleado.

Los empleadores ahora se enfrentan a la tarea de equilibrar la eficiencia y la conveniencia de la tecnología en reclutamiento y selección, con la necesidad de interacción y comunicación personal, para brindar una experiencia de candidato que los diferencie.

Con formación adecuada, el buen líder adquiere conocimientos que le permiten entender mejor qué es lo que motiva a su equipo y, al mismo tiempo, aprender a pensar en el futuro y a equilibrar varios aspectos del liderazgo con las exigencias tácticas del día a día.