Imaginemos que nuestra bandeja de entrada está completamente vacía y nuestra
lista de tareas pendientes está lista y desempolvada. El trabajo es
silencioso… ¿tal vez demasiado silencioso? El aburrimiento puede parecer
atractivo para aquellos que constantemente se sienten apurados. Pero sentirse
insuficientemente trabajado puede ser más común y perjudicial de lo que
creemos. De hecho, un estudio reciente mostró que casi el 20% de los
trabajadores se sienten "activamente desconectados" de su
trabajo. Es un problema tan prolífico que incluso tiene nombre: oxidación.
Oxidación versus agotamiento
Si el burnout afecta al empleado estresado y cansado que corre de una tarea a
la siguiente, la oxidación es su colega letárgico y desmotivado.
El término, acuñado originalmente por la psicoterapeuta Paula Coles, se
refiere al aburrimiento crónico surgido de un trabajo poco estimulante. Por el
contrario, el agotamiento es causado por la sobreestimulación. Aunque pueda
parecer contradictorio, hacer muy poco puede ser tan agotador emocionalmente
como hacer demasiado.
Las causas del agotamiento y la oxidación pueden ser polos opuestos, pero los
síntomas pueden ser sorprendentemente similares. Aquellos que padecen la
oxidación pueden sentir agitación, mal humor y ansiedad, y acaban postergando
los asuntos para eludir trabajos no motivadores. Si no se controla, el
aburrimiento prolongado puede incluso afectar los hábitos alimentarios y de
sueño y provocar depresión.
Cómo detectar los signos de oxidación
Al igual que el óxido real, el óxido laboral puede permanecer debajo de la
superficie y puede no ser evidente de inmediato. Incluso se puede confundir
con pereza. Sin embargo, la oxidación puede ser en realidad una señal de que
se ha superado nuestras funciones o nuestras responsabilidades.
Quizás sintamos que nuestro trabajo es el mismo día tras día, sin señales de
cambio. O que las tareas que realizamos no se alinean con nuestros valores
personales. Podría ser que nuestras habilidades no se estén aprovechando
adecuadamente. Ciertamente no estamos aprendiendo nada nuevo.
Y si bien el desgaste puede ocurrir en cualquier momento de nuestra carrera,
estos sentimientos son particularmente comunes entre los recién graduados y
los mandos intermedios. Los primeros pueden sentirse limitados por un rol que
no refleja sus capacidades y calificaciones. Estos últimos pueden sentirse
estancados en su rutina, incapaces de progresar y creer que su carrera se ha
estancado. Al final, el sentimiento es muy similar al del burnout.
Cómo vencer la oxidación
Ya sea que nosotros mismos estemos sufriendo de oxidación o que controlemos a
alguien más que la padezca, como en el burnout, detectar las señales a tiempo
es la mejor manera de abordarlo antes de que se salga de control.
Ser honesto
Cuando un trabajo se vuelve aburrido o insatisfactorio, es fácil asumir que es
necesario pasar a pastos más verdes. Pero un nuevo trabajo no es la única
respuesta. Seamos honestos con nuestro gerente acerca de cómo nos sentimos y
analicemos formas en las que se puedan incorporar más funciones que las
actuales. Puede haber más oportunidades de las que creemos para diseñar un
trabajo a nuestro gusto. Como gerente, seamos compasivos y abordemos el tema
con cuidado. Aseguremos al miembro de nuestro equipo que estamos allí para
ayudar y establezcamos una comprensión sólida del problema antes de ofrecer
soluciones.
Identificar nuestros valores
Una razón común por la que las personas se sienten infelices en su trabajo es
que éste no refleja sus valores. Consideremos los momentos de nuestra vida y
carrera en los que nos hemos sentido más felices, más orgullosos y realizados.
Quizás sea cuando ayudamos a alguien en un momento difícil, resolvimos un
problema aparentemente imposible o realizamos una venta lucrativa. Una vez que
hayamos determinado qué es lo más importante para nosotros, podremos priorizar
estos valores y dirigir nuestra carrera en la dirección correcta.
Como gerente, seamos pacientes y de mente abierta. Este proceso puede llevar
tiempo y es posible que escuchemos algunas verdades duras, pero es vital que
no nos pongamos a la defensiva. De hecho, esta retroalimentación es crucial
para garantizar que nuestro equipo esté funcionando al máximo.
Encontrar nuestras pasiones
¿Tenemos alguna habilidad especial que no se esté utilizando? Por ejemplo,
¿tenemos una racha creativa que pasa desapercibida en un puesto de
administrador intenso? Cuando nuestras fortalezas y pasiones son ignoradas o
subestimadas, es fácil perder la motivación y ser presa fácil para la
oxidación.
Identifiquemos las cosas que hacemos mejor y exploremos formas en las que
podamos incorporarlas a nuestro trabajo, así como otros puestos y
oportunidades que mejor se adapten a nuestras habilidades.
Es función del gerente garantizar que los trabajos de todos se alineen con sus
fortalezas, así que estemos atentos a las lagunas de habilidades en nuestros
equipos. ¿Qué nuevas oportunidades podrían aprovechar los miembros de nuestro
equipo? ¿Qué apoyo o capacitación necesitarían para desarrollarse? ¿Cómo
podemos ayudarlos a lograr sus objetivos?
El lado bueno de la oxidación
La oxidación, como el burnout, puede parecer una nube oscura que se cierne
sobre nosotros, pero la buena noticia es que hay un lado positivo. Si nos
sentimos insatisfechos en nuestro trabajo, ahora es una gran oportunidad para
reevaluar nuestro puesto actual, nuestras oportunidades inmediatas de
crecimiento y nuestros objetivos a largo plazo.