Los equipos de recursos humanos y de contratación deben hacer malabarismos con muchos elementos en danza. Deben crear procesos de contratación e incorporación, desarrollar su marca de empleador o employer branding, monitorear las métricas de RR.HH., administrar la nómina, fomentar el compromiso de los empleados o employee engagement y un largo etcétera. Si bien saben que todos estos elementos en movimiento se influyen entre sí, sus relaciones no siempre son claras.
Pero es importante hacer estas conexiones para encontrar el plan de acción adecuado. Cuando todas las partes en movimiento encajan, cuando se crean esos vínculos cruciales entre las ideas, se toma una decisión mucho mejor.
El employer branding y el employee engagement son dos funciones de RR.HH. cuya conexión puede no resultar obvia a primera vista. Pero cuando se comprende cómo cada una influye en la otra, puede utilizarse ese conocimiento a nuestro favor.
¿Qué es el Employer Branding?
Cualquier persona que trabaje puede identificarse con esto: antes de comenzar un nuevo trabajo, o incluso de enviar una solicitud, imaginamos cómo sería trabajar en la empresa. Lo que imaginamos tiene un gran impacto en si aceptamos o no una oferta de trabajo. Se podría decir que es una de las partes más impactantes del proceso de contratación. Ahí es donde entra en juego la marca del empleador.
El employer branding es el proceso de moldear y promover la imagen y la reputación de una organización como empleador. Al igual que una empresa construye su marca para atraer clientes, la marca de empleador comunica una identidad convincente y una propuesta de valor para los empleados (EVP) para atraer a los mejores talentos. Muestra a los solicitantes de empleo por qué es tan bueno trabajar para la empresa, ayudando a dar forma a esa visión. El 75% dice que evalúa la marca y la reputación del empleador antes de postularse.
Una marca de empleador sólida ayuda a que la empresa se destaque y atraiga a los mejores candidatos. Pero no se trata solo de los productos o servicios que ofrece una organización. Su propuesta de valor y su marca simbolizan los valores de la empresa, cómo se trata a las personas, las oportunidades de crecimiento y la experiencia general de los empleados.
Y es esencial que el employer branding sea más que solo publicidad. Debe representar con precisión el entorno de trabajo y derivar naturalmente de la cultura de la empresa para atraer y retener a los mejores talentos. La marca de empleador debe brillar dondequiera que la empresa aparezca online:
- Página “Acerca de” de la empresa
- Página dedicada a carreras profesionales
- Descripciones de puestos, publicaciones y anuncios
- Perfiles de redes sociales
¿Qué es el employee engagement?
El compromiso de los empleados se refiere a cómo de conectados e involucrados se sienten con su trabajo. Es algo más que la satisfacción laboral: los empleados altamente comprometidos están interesados en su trabajo y sienten un propósito. Son más productivos y sus tasas de retención son más altas. Un alto nivel de compromiso está impulsado por la comunicación, el apoyo y el crecimiento, lo que le da forma a la cultura de la empresa y la convierte en una cultura positiva, acogedora y estimulante.
El compromiso de los empleados afecta el funcionamiento diario de la empresa y un mayor compromiso da como resultado empresas más exitosas. El compromiso impulsa la resolución creativa de problemas y es la magia detrás de las empresas innovadoras y revolucionarias. La lealtad del cliente, la retención de empleados e incluso la rentabilidad de la empresa dependen en gran medida del compromiso. En resumen, el compromiso puede determinar el éxito o el fracaso de un negocio.
La relación entre el employer branding y el employee engagement
Se podría pensar que la imagen de marca del empleador y el compromiso de los empleados son mutuamente excluyentes, o al menos, no están tan estrechamente relacionados. Uno tiene que ver con cómo atraer gente a la empresa, mientras que el otro tiene más que ver con las personas que ya han contratado. En realidad, los dos están directamente relacionados.
Una buena estrategia de employer branding atrae a solicitantes de empleo que comparten valores similares, están interesados en la misión de la empresa y cuyas necesidades se alinean con lo que la empresa ofrece. Cuando las experiencias como candidatos y empleados coinciden con una propuesta de valor, la organización genera confianza. Eso aumenta la probabilidad de que los candidatos acepten ofertas de trabajo y los nuevos empleados permanezcan en la empresa durante años. Entonces se convierten en empleados productivos y altamente comprometidos que se sienten apoyados y escuchados en el trabajo, y eso conduce a un mayor compromiso de los empleados en general.
Y también funciona a la inversa. Si los esfuerzos para involucrar a los empleados funcionan, la marca de empleador crecerá. Poner el esfuerzo en involucrar a los empleados fortalece la reputación de la empresa como una que invierte en su gente y se preocupa por ellos más allá de su fecha de inicio. La mayoría de las personas que buscan empleo evalúan la reputación y su EVP antes de siquiera considerar trabajar con la organización, por lo que es esencial mostrar lo mejor de sí.
Pero, como ya hemos mencionado, una buena impresión no dura. Debemos asegurarnos de que nuestro employer branding sea realista. El 20 % de los nuevos empleados afirman que renunciarían en el plazo de un mes si su nuevo trabajo no fuera lo que esperaban. Según una investigación de Talent Board, el 33 % de las empresas realizan un seguimiento de los nuevos empleados unas seis semanas después de asumir el cargo para ver si el trabajo cumple con sus expectativas.
El vínculo entre el employeer branding y el employee engagement significa que las estrategias para potenciar una de ellas tendrán, con mayor frecuencia, un impacto positivo en la otra.
META: El vínculo entre el employeer branding y el employee engagement significa que las estrategias para potenciar una de ellas tendrán, con mayor frecuencia, un impacto positivo en la otra.