Seamos realistas, puede ser difícil dar o recibir críticas sin importar cómo lleguen. Pero sentirnos cómodos ofreciendo y recibiendo críticas constructivas y prácticas es fundamental para nuestro desarrollo profesional.
Cuando se presenta correctamente, puede ser una herramienta útil para que los líderes y los compañeros se ayuden mutuamente a obtener mejores resultados, encontrar motivación y fortalecer las relaciones.
Entonces, ¿cómo puedes aprender a tomar bien las críticas y mejorar al dárselas a los demás? En este artículo, discutiremos el arte de la crítica constructiva. Desglosaremos qué es, cómo se compara con la crítica destructiva, estrategias prácticas para dar una crítica constructiva y recibirla bien, y qué evitar en ambos casos.
Qué es la crítica constructiva
La crítica constructiva es un sistema de feedback que brinda sugerencias concretas y efectivas para la transformación y el progreso. Una buena retroalimentación constructiva facilita resultados positivos y crea un ambiente de trabajo positivo. También proporciona un espacio seguro donde una persona se siente lo suficientemente segura para hacer preguntas, buscar ayuda y compartir ideas.
Crítica constructiva versus crítica destructiva: ¿cuál es la diferencia?
La gran diferencia entre la crítica constructiva y la destructiva radica en cómo se entregan los comentarios.
Mientras que la crítica constructiva focaliza su intención en el fortalecimiento de quien la recibe, la crítica destructiva pone el foco sobre lo negativo. La retroalimentación puede ser vaga y, a menudo, carece de orientación o apoyo.
Crítica constructiva
La crítica constructiva se caracteriza por su claridad. También se realiza de forma sincera, justa y sencilla a la hora de ponerla en marcha. Proporciona ejemplos específicos y sugerencias prácticas para un cambio positivo. Este tipo de comentarios también destaca las formas en que el destinatario puede realizar mejoras positivas en su comportamiento para minimizar problemas futuros.
Crítica deconstructiva
La crítica destructiva, por otro lado, se enfoca únicamente en el problema. Este tipo de retroalimentación no ofrece aliento, ayuda o apoyo para mejorar. A pesar de las intenciones del informante, a menudo baja la moral y reduce la confianza.
Beneficios de la crítica constructiva
A diferencia de la crítica deconstructiva o negativa, la crítica constructiva genera confianza y brinda una oportunidad para que ambas partes crezcan. Dos cuestiones esenciales del acierto de la crítica constructiva son el entorno y las sugerencias útiles.
Este tipo de feedback brinda al destinatario un contexto en torno a sus áreas de mejora, lo cual es crucial para comprender por qué se ofrece la retroalimentación.
Apoyar el contexto adicional con pasos prácticos y sugerencias sobre cómo mejorar la confianza entre ambas partes. Esta combinación también abre la puerta a la conversación, la colaboración y el desarrollo profesional.
El papel de la empatía y la crítica constructiva
Pero hay más en la retroalimentación deconstructiva efectiva que expresar algo negativo bajo una luz positiva. La clave del éxito es hacer que nuestro feedback suene alentador y tener en cuenta la perspectiva de la otra persona.
Al permanecer empático con sus circunstancias, nos resultará más fácil brindar comentarios críticos de una manera beneficiosa y constructiva.
Cómo dar una crítica constructiva
1. Ofrecer un "sándwich de retroalimentación"
Este popular método de dar una crítica constructiva se usa a menudo en el entorno corporativo.
El "sándwich de retroalimentación" obtuvo su nombre debido a su estructura. Colocas tu crítica entre una apertura y un final (como una hamburguesa encajada entre dos panes) usando la analogía PIP, que significa Mejora-Positiva-Positiva.
2. Ser específico con nuestros comentarios
Cuanto más específicos y detallados sean nuestros comentarios, más procesables serán. No hagamos declaraciones vagas y generales. En su lugar, enumeremos las objeciones o los cambios de comportamiento que deseamos ver en detalle. Este paso facilita que la otra persona aborde y cambie las cosas.
Aquí hay un ejemplo de comentarios vagos versus específicos:
- Crítica vaga: “Hola, Juan, desearía que comenzaras a escribir algunos artículos sobre marketing”.
- Crítica específica: “Hola, Juan, me encantaría que escribieras un artículo de marketing sobre cómo identificar y comunicarte con tu público objetivo. Por favor, avísame cuando comiences y si necesitas más sugerencias”.
El comentario vago es muy amplio y confuso porque el marketing es un tema muy general. Por el contrario, el comentario específico brinda claridad y hace que la tarea sea más procesable porque es muy precisa.
El uso de este enfoque proporciona claridad a los empleados y compañeros. Cuanto mejor entiendan la solicitud, menos inseguros o ansiosos se sentirán sobre el trabajo y cómo deben completarlo.
3. Dar recomendaciones sobre formas de mejorar
La principal razón para dar feedback es ayudar a la persona a mejorar. Los buenos comentarios son un regalo. Dar recomendaciones sobre lo que la persona puede hacer para mejorar tiene una variedad de beneficios:
- Una mejor comprensión de nosotros y nuestras expectativas.
- La capacidad de alinearse con las expectativas.
- Proporciona una poderosa llamada a la acción, dando al receptor un plan de acción.
También les ayudará a actuar sobre lo que han discutido en lugar de posponer las cosas.
Ejemplo:
- Recomendación débil: “La presentación es demasiado larga. Hazlo más corto”.
- Recomendación fuerte: “Puedes conseguir una presentación más ligera si la reduces de 30 a 20 minutos. Solo tienes que dejar un ejemplo para cada tema. Esto la hará más concisa e impactante. Por el momento, tiene dos o tres ejemplos por punto que restan valor al mensaje principal”.
La primera recomendación no es muy útil porque carece de claridad y especificidad. El segundo ejemplo es mejor porque es muy específico y demuestra nuestro punto de vista al explicar su razón de ser.
4. Evitar hacer suposiciones
Demos recomendaciones solo cuando conozcamos los hechos sobre ese tema o persona específicos. Evitemos cualquier tentación de sacar conclusiones precipitadas y observemos in situ.
Las suposiciones incorrectas pueden parecer ataques personales y pueden causar angustia en el lugar de trabajo.
Ejemplo:
- Crítica: "El presentador dudó un poco y la sesión realmente no fluyó".
- Suposición: “El presentador no posee práctica en conferencias”.
Esta suposición no es necesariamente cierta. Los presentadores experimentados pueden ponerse nerviosos cuando realizan una conferencia, especialmente cuando se presentan en un entorno nuevo y ante una audiencia nueva.
Por ejemplo, asumir que alguien no tiene experiencia solo porque parece un poco vacilante puede dañar la moral y reducir la seguridad psicológica en el lugar de trabajo.
También es contraproducente, ya que el destinatario de la retroalimentación probablemente descartaría cualquier crítica posterior, incluso si fuera precisa.
Consejos para dar feedback constructivo
El arte de dar una crítica constructiva es una habilidad que requiere práctica y empatía. Aquí hay algunas pautas que podemos usar para fomentar una cultura de crecimiento, mejora y respeto mutuo, al dar retroalimentación constructiva.
Centrarse en el comportamiento, no en la persona
Debemos concentrarnos en acciones o comportamientos observables en lugar de identidad, personalidad o motivaciones. Esto ayuda a separar la retroalimentación de los juicios personales.
Considerar dar críticas en tiempo real
La retroalimentación es más efectiva cuando se brinda con prontitud y mientras los eventos aún están frescos en la mente de todos. No siempre se tiene que esperar a la próxima reunión individual o ciclo de revisión de 360°.
Ser consciente de las emociones
Es beneficioso dar feedback cuando la otra persona está lista para escucharla. Evitemos ofrecer retroalimentación cuando la persona no pueda escuchar noticias potencialmente desagradables.
Enfocarse en la situación, no en la persona
Una buena crítica constructiva debe centrarse en el comportamiento que deseas ver más que en lugar de lo que observaste y no te gustó.
Mantener la comunicación clara
Dividamos nuestros comentarios en puntos o temas clave para una mayor claridad antes de compartirlos punto por punto. Debemos procurar abstenernos de dar nuestra opinión.
Dar ejemplos específicos para cada punto de feedback
Señalemos una o dos situaciones exactas en las que la persona ha mostrado los comportamientos que deseamos que cambie. Esto ayuda a ilustrar lo que queremos decir y aumentar la conciencia de la persona sobre los patrones de comportamiento de los que puede no darse cuenta.
Dejar espacio para preguntas
Dar una crítica constructiva puede hacer que ambas partes se sientan incómodas. Los comentarios pueden ser mal entendidos o malinterpretados. Debemos asegurarnos de dejar tiempo y espacio para preguntas para que todos estemos en la misma sintonía.
Qué evitar al dar una crítica constructiva
Ahora que conocemos algunas estrategias para dar retroalimentación constructiva, aquí hay cosas que debemos evitar.
- Evitar los ataques personales: mantengamos nuestros comentarios enfocados en las acciones, no en la persona. Hay que abstenerse de usar lenguaje o hacer comentarios despectivos.
- No hacer suposiciones: basemos nuestros comentarios en hechos observables y ejemplos específicos en lugar de suposiciones o generalizaciones. Esto asegura que nuestra crítica permanezca fundamentada y justa.
- Evitar abrumar con comentarios: debemos concentrarnos en algunas áreas clave para mejorar y evitar que el destinatario se sienta abrumado o desanimado.
- No retener los elogios: si hay aspectos positivos en el desempeño del individuo, se deben reconocer y apreciar. Equilibrar la crítica constructiva con elogios genuinos crea un entorno de mayor apoyo.
Cómo recibir críticas constructivas
Cuando las tornas cambian y nosotros somos quienes recibimos las críticas, ¿cómo enfrentamos la situación? ¿Sabemos cómo aceptar la retroalimentación y alejarnos de estar a la defensiva?
Recibir críticas de un compañero de trabajo, un colega o alguien en quien no confiamos plenamente puede ser un desafío. Sin embargo, es útil recordar que la retroalimentación precisa y constructiva también puede provenir de fuentes defectuosas.
Aquí hay un proceso de 7 pasos sobre cómo recibir críticas con tacto y efectividad:
- Detengamos nuestra primera reacción. Mantengamos la calma y tratemos de no reaccionar en absoluto. Mantengamos una actitud tranquila.
- Recordemos los beneficios de recibir retroalimentación y tratemos de comprender la motivación y la percepción de nuestro crítico.
- Seamos buenos oyentes. Escuchemos atentamente y concentrémonos en comprender los comentarios y la perspectiva de la otra persona.
- Decir gracias no significa estar de acuerdo con los comentarios, pero expresar gratitud demuestra que reconocemos los esfuerzos de nuestros colegas que están trabajando para mejorar.
- Tomemos un tiempo para la reflexión. Tomemos el tiempo para procesar los comentarios y consideremos cómo podemos aplicarlos para mejorar nuestro desempeño. Reflexionar sobre la retroalimentación fomenta la autoconciencia y facilita el crecimiento.
- Hagamos preguntas para deconstruir los comentarios y compartir nuestra perspectiva. Obtengamos más claridad pidiendo ejemplos específicos, reconociendo la parte no discutible de los comentarios y pidiendo soluciones concretas.
- Solicitemos tiempo para seguimiento. Si se trata de un problema más importante, solicitemos una reunión de seguimiento para hacer más preguntas y acordar los próximos pasos.
Esta pausa también nos dará tiempo para procesar los comentarios, buscar el consejo de otros y pensar en soluciones. Idealmente, también articulará lo que haremos en el futuro y agradeceremos nuevamente a la persona por los comentarios.
Recuerda, no es fácil dar o recibir críticas constructivas, pero esperamos que este artículo te haya equipado con las herramientas para sentirte más positivo en tu capacidad para hacerlo bien.