Una de las formas más eficaces de tener éxito en el trabajo es ganarte la simpatía de tu jefe. Al congraciarte con él, aumentas tus probabilidades de obtener un ascenso, un aumento, una bonificación y elogios. Cultivar una relación sólida con tu jefe requiere tiempo, esfuerzo y constancia. La clave es ofrecer constantemente un trabajo de alta calidad, superar las expectativas, ofrecer resultados superiores y demostrar tu competencia, toma de decisiones inteligentes y fiabilidad. Todo esto te hará conseguir que tu jefe te considere indispensable.
Gestión ascendente
Gestionar hacia arriba implica ser el empleado más eficaz posible, ser un activo tanto para tu jefe como para tu empresa. Para avanzar en tu carrera, debes comenzar por anticiparte a las necesidades de tu gerente.
Para hacerlo con éxito, debes estar siempre un paso por delante tomando la iniciativa. Por ejemplo, antes de que tu jefe se dirija a una reunión, asegúrate de que tenga todos los documentos y la información necesarios para hacer una presentación excelente.
Si tu gerente está abrumado, ofrécele asumir responsabilidades adicionales que puedan ayudar a aliviar su carga de trabajo, incluso si eso significa pasar tiempo trabajando de noche o los fines de semana.
Es fundamental comunicarte de manera eficaz para que tú y tu gerente estéis en la misma página. Conoce su estilo de comunicación preferido y adáptate a él. Esto se llama "imitación", en el que se imita el estilo, la cadencia y el tono de conversación de la otra persona.
Respeta su tiempo para conseguir que tu jefe te considere indispensable. Sé puntual, mantente muy bien preparado y permanece concentrado durante las conversaciones. Haz que tu jefe quede bien haciendo todo lo que esté a tu alcance para contribuir a su éxito. No acudas a él sólo con problemas. En lugar de eso, trata de encontrar formas de facilitarle el trabajo ofreciéndole soluciones.
Está bien admitir que no sabes algo. Si no estás seguro de cómo abordar un desafío, reconoce que necesitarás algo de tiempo para resolverlo. Si no puedes encontrar una respuesta, busca a otras personas dentro de la organización para que te ayuden a encontrar formas de lidiar con el asunto de manera eficaz.
Actúa siempre como un lugarteniente responsable. Evita a los compañeros de trabajo a los que les encanta chismear y difundir rumores. En cambio, colócate como una influencia sobria, seria y positiva que te hará conseguir que tu jefe te considere indispensable.
Asegúrate de alinear tus objetivos con la misión de tu jefe. Haz preguntas inteligentes para entender mejor los objetivos y las prioridades de tu gerente, de modo que sepas qué hacer. También es importante gestionar simultáneamente tu propio crecimiento profesional.
Pregúntale a tu supervisor cómo puedes crecer y desarrollarte dentro de la organización. Si hay áreas específicas en las que te gustaría participar, habla y ofrécete como voluntario.
Demuestra lealtad cuando parezca que tu gerente está siendo atacado. Debes demostrar que cuenta con tu apoyo. No guardes secretos y solo habla con respeto de tu jefe en público. Intenta colaborar para lograr objetivos y resultados mutuos.
Una excelente manera de conseguir que tu jefe te vea como indispensable es desempeñar tus responsabilidades de manera excepcional. Controla tu ritmo. Antes de asumir tareas adicionales, concéntrate en sobresalir en tu puesto principal.
Tácticas maquiavélicas para ganarte el favor
Conviértete en la persona a la que recurren para obtener resultados. Ofrécete como voluntario para realizar tareas desafiantes y consigue resultados excepcionales.
Conviértete en un agente influyente al comprender los objetivos, las prioridades y los desafíos de tu empleador. Establece contactos con tus colegas, especialmente con tus superiores. Hacerte notar por los altos mandos de tu empresa puede ayudarte a construir relaciones valiosas dentro de la organización y reforzar tu reputación, lo que puede ser beneficioso para futuras oportunidades y conseguir que tu jefe te considere indispensable. Conviértete en un experto influenciador ofreciendo sugerencias de una manera que beneficie a tu jefe y a la empresa. Halaga sutilmente las fortalezas y logros de tu jefe. Sin embargo, evita los halagos excesivos, ya que pueden resultar contraproducentes rápidamente.
No subestimes a los demás ni intentes hacer que tus compañeros queden mal mientras trabajas para volverte indispensable; de lo contrario, crearás enemigos. Lo más importante es que, aunque seas confiable, no permitas que se aprovechen de ti. Asegúrate de establecer límites para que no se aprovechen de ti y conseguir que tu jefe te considere indispensable.