La transformación digital implica repensar cómo la tecnología, los procesos y las personas trabajan juntos para buscar nuevos modelos de negocios y flujos de ingresos. Pero con demasiada frecuencia, los líderes se centran en la parte tecnológica de este taburete de tres patas.
Es cierto que la tecnología es fundamental para la transformación digital y necesita su cuota de protagonismo, pero también hay que abordar los procesos y las personas, y esto requiere colaboración.
Si bien el CIO o CTO suele ser el primer embajador de una transformación digital, necesita la estrecha colaboración de sus pares para tener éxito. Quienes supervisan los procesos y las personas de la organización deben trabajar en estrecha colaboración con el CEO para transformar las tres patas y mantener la estructura en pie.
Esto significa que todos los altos ejecutivos (jefes de operaciones, recursos humanos, finanzas, marketing, comunicaciones, etc) deben poder hablar con fluidez el idioma de la transformación digital.
Será necesario trabajar duro. El CEO, junto con el CTO/CIO, tendrán que enseñar a sus pares en qué consiste la transformación digital y cómo hacerla realidad. Luego, todos deben compartir una visión común, un compromiso compartido y un profundo sentido de responsabilidad por el éxito de la transformación digital.
Llamemos a esto el lenguaje común del cambio. A continuación, se presentan cuatro principios clave que conviene tener en cuenta.
La visión
Los directivos deben alinearse en torno a una visión común de la transformación digital, que ilustre cómo la experiencia del cliente, la experiencia del empleado y la operación comercial se verán mejoradas con la incorporación de la tecnología. Esto puede requerir un acuerdo sobre qué formas de trabajo quedarán obsoletas para que el equipo pueda hacer lugar a nuevas formas, impulsadas por herramientas digitales y acceso a datos.
La hoja de ruta
Los altos ejecutivos deben cocrear una hoja de ruta hacia el futuro que tenga en cuenta cómo cambiarán las estructuras, roles, responsabilidades, procesos de negocios, mentalidades y comportamientos de su organización para brindar una experiencia digital a los clientes y empleados.
Las partes interesadas
Los directivos deben activar esa hoja de ruta, asegurándose de que las partes interesadas de toda la organización puedan adoptar esas nuevas estructuras, roles, responsabilidades, procesos, mentalidades, comportamientos, etc. Esta activación probablemente incluirá una serie de actividades de capacitación, comunicación y participación de los empleados. Si se hace bien, requerirá una actualización de la estrategia de talento de la organización para desarrollar y hacer crecer las habilidades y capacidades digitales necesarias para que todos prosperen en el futuro.
La integración
Los directivos deben trabajar en conjunto para integrar todas las facetas de la transformación digital en sus ritmos habituales de trabajo. Esto incluye trazar un mapa del ciclo de vida de los procesos de negocio de principio a fin y garantizar que lo “digital” esté presente en todo momento.
Cualquiera que haya pasado por una transformación digital sabe que se trata de una de las tareas más importantes que una organización puede afrontar. Afecta a todos los ámbitos de la empresa, desde las operaciones hasta la satisfacción del cliente y la cultura de los empleados, y marca la pauta para la próxima transformación, sea cual sea su momento.
El éxito depende de tener la visión para ver más allá del presente y el coraje para afrontar el futuro. Y, fundamentalmente, depende de un equipo de líderes dispuestos a comprometerse con el cambio.
Ese equipo de liderazgo debe estar sincronizado y totalmente dedicado a un objetivo final común, y todos los directivos deben hablar el mismo lenguaje simple y relevante, de principio a fin. Éste es el lenguaje del cambio y es clave para el éxito sostenible de la transformación digital.