Hoy en día, casi todos los servicios de una empresa se pueden externalizar. No obstante, hay una serie de servicios que han sido los más demandados a lo largo de los últimos años. ¿Quieres saberlos?
Externalización: ¿es lo que necesita mi empresa?
La búsqueda constante de la rentabilidad es la gran prioridad de todas las empresas, maximizando beneficios con menores costes. En esta búsqueda, a menudo nos encontramos con una palabra, para muchos, desconocida: externalización.
Qué es la externalización
La externalización consiste en contratar ciertos servicios fuera de la empresa para que salga más económico. El concepto que se emplea en inglés es ‘outsourcing’.
En el mundo empresarial este concepto se conoce como externalización de servicios. Hace tiempo que las grandes empresas están utilizando este término. Y no solo las grandes, las pymes, con menor capacidad operativa, ya han comenzado a implementarlo.
Tener un departamento propio para determinar gestiones que no resultan vitales en el desempeño diario puede resultar un gasto innecesario, mejor contar con un proveedor de servicios. Si no quieres quedarte atrás y que tu competencia te pise los talones, descubre cómo contar con proveedores externos puede ser la mejor solución.
Qué servicios se pueden externalizar
Hoy en día, casi todos los servicios de una empresa se pueden externalizar. De hecho, existen algunas que ni siquiera contratan personal. Se limitan a buscar profesionales o una empresa especializada que les brinden sus servicios enviándoles factura a final de mes.
No obstante, hay una serie de servicios auxiliares que han sido los más demandados a lo largo de los últimos años. Nombraremos algunos ejemplos de externalización, ya que la lista es muy larga.
Trámites administrativos
La mayoría de negocios necesitan hacer una gran cantidad de trámites administrativos de los que no tienen ni idea. Nóminas de los empleados, alta en la seguridad social, grabación de datos, traducciones de documentos. Son trámites que no se pueden eludir y merece la pena pagarle a un profesional especializado y con experiencia.
Algunos son puntuales y otros se realizan de manera mensual, por lo que resulta un coste añadido pagarle a una persona un mes de sueldo cuando estas determinadas actividades pueden tomar 48 horas del mes. En cualquier caso, poniendo estar tareas en manos de especialistas, nos permite tener un control administrativo superior.
Producción
Toda actividad realizada que tenga que ver con servicios IT, soporte técnico, logística, mensajería y un largo etcétera.
Área comercial
Con mucha recurrencia, las empresas con actividad comercial, realizan campañas para conseguir nuevos clientes o fidelizar. Al ser campañas temporales, buscan otros negocios que ya tengan un equipo especializado en la venta y posean datos filtrados.
La atención al cliente, ya sea a puerta fría, por teléfono o realizando venta digital, este es uno de los servicios de externalización más demandados.
Limpieza, mantenimiento y seguridad
Otro de los servicios prestados de externalización más extendidos. Aunque existen algunos negocios que tienen su propio equipo de limpieza y mantenimiento, muchos optan por proveedor externo.
Los establecimientos que tienen estos servicios contratados de manera interna, suelen ser empresas grandes que tienen un espacio de miles de metros y necesitan limpieza diaria para el correcto desempeño de sus labores.
La seguridad es un claro ejemplo del concepto de externalización, casi siempre es ofrecido por agencias de seguridad.
Externalización de recursos humanos
La externalización también recibe el nombre de subcontratación. Se contrata a través de otra entidad el servicio que no tienes a empresas especializadas. Este concepto se entiende perfectamente cuando se externaliza el servicio de recursos humanos.
Hay empresas que se dedican específicamente a la búsqueda de nuevos talentos. Resulta muy útil contratarlos de manera temporal. Sobre todo, en aquellas entidades en las que no se hagan muchos procesos de selección.
Ventajas del ‘outsourcing’
Disminución de gastos
El ahorro de costes fijos es el factor principal. Hacer que otro haga el trabajo que tú no puedes hacer y por un precio menor del que te saldría a ti. No solo ahorras en mano de obra y costes laborales, sino también en tiempo y recursos.
Puedes enfocarte en lo que de verdad importa
Si bien las actividades por las que pagarás tienen su cuota de importancia, el hecho de delegarlas te permite poder ocupar tu tiempo en otras gestiones. Tener la mente despejada, te ayudará en la toma de decisiones y también ayudará a que cada miembro del negocio se enfoque en su función y sean más productivos. Todo se basa en la búsqueda de la máxima productividad. Hacer más con menos.
Le dices adiós al riesgo
La reducción de costes no es solo a nivel numérico. Cuando ingresa alguien nuevo a una entidad, comienza un período de prueba. En muchas ocasiones, puedes llevarte sorpresas desagradables. Nunca sabrás cómo trabaja alguien hasta que lo veas en acción.
Al externalizar los servicios tendrás la seguridad de que estás en buenas manos. Dejarás tus gestiones en manos de especialistas y no tendrás que revisar tan minuciosamente el trabajo. De no tener acceso a servicios de outsourcing, quizás tendrías que estar analizando un trabajo del que no eres experto ni conoces el procedimiento correcto.
Mejora la calidad
La calidad del servicio es superior y el cliente quedará satisfecho en todo sentido. La especialización ha permitido que este servicio lo haya hecho un proveedor externo y que tú le hayas podido dar una mejor atención al negocio principal, que es lo que de verdad importa.