Externalización de Servicios: La Mejor Opción para tu empresa
La externalización de servicios es una opción cada vez más recomendada para las empresas. Consiste en subcontratar ciertas actividades, dentro de un proyecto o de manera constante en una organización. Es decir, que otra empresa se encargue de determinadas labores.
Tal vez, una de las ventajas inmediatas, es que te permite desahogar la nómina: se hace un único pago a la compañía subcontratada y evitas hacer los detallados pagos de personal. Igualmente, evita obtener exceso de compromisos con recursos humanos.
No obstante, la externalización de servicios tiene muchas otras bondades. Por ejemplo, amplia la red de contratos de una compañía. Igualmente, diversifica sus capacidades y servicios. A su vez, permite solventar momentos puntuales con sobrecarga de trabajo.
Continúa leyendo al final y conoce por qué la externalización de servicios es la mejor opción para tu empresa.
Externalización de servicios: Una gran alternativa para las PYMES
¿Tienes una PYMES? Pues, las pequeñas y medianas empresas tienen bastantes ventajas gracias al sistema de externalización de servicios. Te las indicamos a continuación:
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Las PYMES pueden ser subcontratadas, pudiendo atender labores acordes a su capacidad.
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También, las PYMES tienen la opción de ejercer el rol de empresa que contrata. Si consiguen un contrato de suficiente capital, pueden pedir y pagar por servicios a otras compañías.
Es importante mencionar que la externalización de servicios también es conocida con el anglicismo “outsourcing” y es una estrategia usada pensando en el alto grado de especialización de ciertas empresas, pero que ha repercutido como una táctica financiera.
Razones para llevar a cabo la externalización de servicios
¿Deseas hacer alguna estrategia de outsourcing en tu empresa? ¿No estás seguro? Pues, vamos a mencionar algunas cuestiones para llevarla a cabo.
En este caso, son ventajas muy interesantes que hacen que una compañía sea mucho más eficiente:
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Reducción de costes: se aligera la búsqueda de proveedores y mano de obra especializada, entre otras cosas. La empresa subcontratada suele tener estos temas ya solventados.
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Focalización: la compañía se enfoca en el objetivo general, sin perder tiempo en atender pequeñas eventualidades atendidas por las empresas subcontratadas.
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Reducción de tiempo en RRHH: la gente de recursos humanos invierte menos tiempo en buscar y hacer pagos de nómina de personal.
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Minimizar riesgos: al subcontratar empresas especializadas en ciertos trabajos, se garantiza calidad en los resultados y se evitan riesgos por ensayo y error.
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Acceso a últimas tecnologías: las empresas no requieren actualizar sus equipos y tecnologías, ya que las empresas subcontratadas se encargan de esa tarea.
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Estructuras flexibles: no es necesario tener grupos de trabajo, maquinarias o esquemas fijos en la organización. Se puede incorporar las actividades de una empresa subcontratada
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Ubicar socios estratégicos: con el tiempo, las empresas subcontratadas se convierten en ayudas conocidas, que se buscan en determinados momentos y acuerdan modos de pago. Verdaderos socios estratégicos y de gran valor.
De todo lo anterior, se deduce que la externalización de servicios debe cultivarse en el tiempo. Es así como se logran socios estratégicos, una mejorar la comunicación con las empresas subcontratadas y se tiene mejor productividad ante los clientes.
¿Cuándo realizar la externalización de servicios?
Seguro ya te has hecho esta pregunta mientras leías los párrafos previos. Sucede que, saber el momento justo para hacer la externalización de servicios, es uno de los trucos para que esta estrategia resulta muy positiva.
Al respecto, dejamos algunas consideraciones:
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Eventualidades: situaciones inesperadas, reparaciones, cálculos o adelantos en tiempos de ejecución.
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Trabajos específicos: tareas que no son regulares, que requieren equipo y mano de obra especializada. En tales casos, se contrata únicamente para esa faena a una empresa que ayude a sacar adelante la asignación.
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Asesorías: en caso de trabajos que requieren apoyo de conocimientos, organización diferente a la habitual o si la compañía se expande hacia nuevas áreas de servicios.
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Nómina amplia: a veces, las empresas crecen y llegan a un tope de empleados que pueden tener. En tales casos, lo mejor es empezar con tácticas de outsourcing.
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Nuevas zonas de servicio: si una compañía se expande, suele llegar a un nuevo territorio, ciudad o país. Lo prudente se subcontratar empresas de la zona para ciertas faenas, ya que esas empresas conocen proveedores y costes.
A su vez, no hay que olvidar que la externalización de servicios abarca muchas opciones. Por lo general, se trata de usarla cosas que no son específicas de la empresa. Por ejemplo, un fabricante de zapatos puede subcontratar empresas de transporte o de administración.
Los diversos tipos de servicios outsourcing
Son muchas las alternativas en este caso. De hecho, las empresas grandes suelen tener una amplia variedad de opciones en oursourcing.
Veamos algunos ejemplos de este tipo de servicios:
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Off-shore: es la subcontratación de servicios en lugares con mano de obra más barata. Se suele usar en actividades que pueden hacer mediante trabajo remoto. Abarca redactores, informáticos, y otros.
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In-house: son servicios que se prestan “dentro de la empresa” (a diferencia del Off-shore). Un caso típico son los servicios de limpieza y mantenimiento, que suelen contratarse con empresas especializadas que aportan mano de obra y materiales.
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Co-sourcing: es una alianza entre empresas, intercambiando los roles de “contrador” y “subcontratista”.
Como vemos, la externalización de servicios presenta varias modalidades y hay que saber aplicarlas, según los requerimientos. Sin duda, ¡es una excelente herramienta de trabajo en la actualidad.