El verano suele traer consigo un ritmo más relajado en el trabajo, con menos plazos urgentes y un ambiente más relajado. Si bien este puede ser un cambio bienvenido, también puede provocar una mayor procrastinación.
Muchas personas confiesan que "trabajan mejor bajo estrés". En la mayoría de los casos, el estrés de la fecha límite les ayuda a concentrarse. Es como si no tuvieran tiempo para pensar demasiado. Si bien esto puede ser cierto, trabajar bajo estrés no es saludable a largo plazo, ya que el cuerpo solo puede funcionar de manera efectiva bajo estrés durante un período limitado y, luego, se agota.
Cuando la adrenalina entra en acción, las personas sienten que están disfrutando el momento, pero la realidad es que trabajar bajo estrés no hace que las personas disfruten de lo que están haciendo; simplemente están tratando de quitárselo de encima. La procrastinación es una forma de evitar situaciones estresantes, pero en última instancia, solo las está retrasando.
Sin embargo, con algunos ajustes de tu rutina, puedes aprovechar al máximo este tiempo e incluso adelantarte y superar la procrastinación, sin importar o fácil o complicada que sea la tarea que tengas por delante. Aquí te presentamos algunas estrategias efectivas para ayudarte a evitar procrastinar en verano.
Añade un propósito a cada tarea
Cuando nos enfrentamos a una tarea difícil que parece abrumadora o monótona, la procrastinación suele aparecer. Para superar esta tendencia, es esencial dividir la tarea en bloques de tiempo más manejables, idealmente no más allá de una hora.
Al actuar de esta manera, puedes establecer un propósito específico para cada tarea, lo que la hace menos abrumadora. Por ejemplo, en lugar de intentar llamar a 50 clientes para cumplir con una cuota, lo que puede parecer intimidante, concéntrate en llamar a solo cinco clientes en bloques de 30 minutos. Este enfoque hace que la tarea parezca más alcanzable y menos abrumadora, pero el propósito aporta más sentido de urgencia.
El perfeccionismo suele ir de la mano de la procrastinación. El miedo a no poder ejecutar una tarea a la perfección puede provocar dudas y evasión. Para combatirlo, desvía tu atención del resultado deseado y concéntrate en el propósito de la tarea y los pasos necesarios para completarla.
En el caso de las llamadas a clientes, tu objetivo es cumplir una cuota y esforzarte por convertirte en el mejor vendedor del mes. En lugar de preocuparte por el resultado específico de cada llamada, concéntrate en interactuar con cada cliente individualmente y tomar las medidas necesarias para animarle a decir que sí. Recuerda que el resultado no está totalmente bajo tu control, pero el proceso sí.
Identifica tu bloque de tiempo ideal
Para facilitar la planificación, define tu bloque de tiempo ideal, es decir, tu unidad de medida. Puedes utilizar 25 minutos, 45 minutos, 2 horas o cualquier unidad que te resulte cómoda para mantenerte concentrado. Esta es una forma de acostumbrar a tu cerebro a mantenerse concentrado durante un tiempo. Lo normal es usar 45 minutos porque la mayoría de las reuniones duran 45 minutos, por lo que tus descansos y tu tiempo de concentración son más constantes. Utiliza un temporizador como el Pomodoro u otros temporizadores integrados en la aplicación para ayudarte a controlar el tiempo.
Consejo: si tienes TDAH o dificultad para concentrarte, comienza con 25 minutos y mira si puedes aumentarlo con el tiempo.
Programa descansos para el almuerzo y el ejercicio
Los descansos regulares son esenciales para mantener la concentración y evitar el agotamiento y evitar procrastinar en verano. Programa momentos específicos para almorzar y hacer ejercicio para que tu cerebro descanse y mantenga altos sus niveles de energía.
Aléjate de tu escritorio para disfrutar de tu comida o incorpora actividad física a tu día. Puede ser una caminata rápida, una sesión de yoga o una sesión de ejercicio en el gimnasio. El ejercicio mejora tu estado de ánimo, aumenta los niveles de energía, mejora la función cognitiva y aumenta la productividad.
Define con antelación el final de tu jornada
Puede resultar tentador dejar que el horario laboral se extienda indefinidamente cuando se trabaja de forma remota o con un horario flexible. Sin embargo, establecer una hora de finalización precisa para la jornada laboral ayuda a mantener el equilibrio entre el trabajo y la vida personal y te brinda tiempo para relajarte y recargar energías.
Decide un momento específico para finalizar tu jornada laboral. Usa los últimos 15 minutos de tu día para revisar tus logros, actualizar tu lista de tareas pendientes para el día siguiente y ordenar tu espacio de trabajo. Esta rutina marca el final de la jornada laboral y te ayuda a pasar al tiempo personal.
Mantén a mano un registro de tareas pendientes
Las notificaciones, los correos electrónicos y, literalmente, cualquier cosa pueden distraerte cuando no estás motivado o entras en el "modo verano". En lugar de saltar de una cosa a otra, y facilitar la procrastinación, mantén una lista de tareas pendientes con las labores que necesitas completar para liberar tu mente mientras te concentras en otra cosa.
Crea una lista de tareas exclusiva a la que puedas acceder y actualizar fácilmente desde tu teléfono, tablet y portátil. Al final del día, podrás revisarla, evaluar las prioridades y programar las tareas en tu calendario.
Programa reuniones periódicas con un entrenador, un gerente o un socio responsable para analizar tu progreso y hacer los ajustes necesarios. Esto te ayudará a mantenerte responsable y concentrado en tus objetivos a largo plazo.
El verano no tiene por qué ser una época de menor productividad. Puedes mantenerte productivo y avanzar planificando tu día, programando descansos regulares, definiendo el final de tu jornada laboral, minimizando las distracciones, aprovechando el ambiente veraniego y reflexionando sobre tu progreso. Aprovecha el ritmo relajado como una oportunidad para trabajar de forma más inteligente y prepararte para el éxito en los próximos meses, eludiendo la procrastinación.