Ejemplos de costes fijos y variables en una empresa
Los costes son todos los gastos mínimos que se utilizan la producción de un servicio o de un producto. Estos constituyen el punto de partida para determinar cuál es el valor final al consumidor y debe respetarse para evitar pérdidas en la empresa.
Por eso, conocer sobre los costes fijos y variables, también es una manera de tener las herramientas necesarias para hacer crecer una empresa, y así consolidarla en el mercado hasta tener el éxito en proyecciones que sueñas.
Sin embargo si aún no has entendido realmente de qué trata, queremos explicarte con ejemplos de costes fijos y variables, la naturaleza de estos y la forma en la que influencian a tu compañía y su economía.
En qué consisten los costes fijos y los costes variables
Los costes fijos son aquellos relacionados con las prestaciones, servicios o compromisos que no varían independientemente de la estación o temporada del año.
Estos se mantienen siempre constantes y son necesarios pagar de forma quincenal, mensual o anual (según cada caso).
De este modo, un coste fijo se traduce en la obligación que tiene cada la empresa, y en donde se debe garantizar una buena producción o ingresos que superen dichos costes.
Los costes variables consisten en aquellos gastos o egresos relacionados con la producción de la empresa, la creación de objetos o proyectos, y el uso de la planta en función de las actividades que se hayan presentado.
Estos tienen un cálculo mensual (por lo general) y una estrecha relación con la oferta y demanda del mercado. No solamente se incluyen gastos de producción directos como la materia prima, sino también otros factores relacionados a los trabajadores.
Son costes variables porque no siempre hay la misma afluencia de ventas, el mismo uso de una máquina, un material o un recurso.
Por eso, los costes variables se miden en función del trabajo, mientras que los costes fijos se mantienen independientemente de las ventas obtenidas.
Naturaleza y características de los costes fijos
En primer lugar, los costes fijos tienden a tener plazos de pago; sin importar cada cuanto tiempo sea, existen contratos o acuerdos que hacen necesario pagar una cuota en una fecha específica.
Estos poseen un carácter comprometido, por lo que permiten estructurarse, crear planes estratégicos de pago y planes de ahorros, con el fin de aprovechar adecuadamente los ingresos en aquellos meses de menos producción.
En líneas generales, cuentan con la ventaja de que son predecibles y eso ayuda a mantener las finanzas con topes límites para cubrir en base a esas obligaciones. Aunque los costes fijos son un compromiso, sin duda su transparencia y estabilidad permite organización.
Naturaleza y características de los costes variables
En este caso, costes variables el pago es irregular y no existen fechas programables, ya que se cancelan cuando se produzcan. También, y aunque exista la previsión de un pago, lo que puede hacerlo un coste variable es no tener certeza del monto a pagar.
Más que una obligación, el coste variable es un pago por servicios utilizados o un mecanismo pos-pago.
Sin embargo, los costes variables también necesitan tener un aproximado, para poder ser lo más programables posible y evitar picos difíciles de costear.
Los costes variables son progresivos, lo que significa que no siempre se pagan en una misma cuota, sino que se activan conforme se utiliza la materia prima, material o servicio, y también son proporcionales a la producción.
Ejemplos de costes fijos y variables
A continuación, te indicamos algunos ejemplos de los costes fijos y variables:
Costes fijos
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Pago de plantilla. Este es un coste fijo de la empresa que se mantiene sin importar la producción del mes. Por eso, se recomienda tener plantillas flexibles para adaptarse a subidas y bajadas laborales sin afectar la rentabilidad.
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Impuestos. Los tributos y pagos relacionados a los permisos de la actividad comercial es otro coste fijo, generalmente anual.
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Seguros. Las pólizas tanto de los empleados como de los bienes de la empresa (o esta misma), también constituye un coste permanente.
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Alquiler o arriendo de equipos. Ya sea que se arriende el espacio de trabajo o algunos bienes para funcionar, es un gasto fijo programable.
Costes variables
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Materia prima. Es un coste variable, porque se consigue en concordancia con la cantidad de producción realizada en ese periodo.
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Pago de mano de obra o servicios a destajo. Si tienes trabajadores que prestan servicios relacionados a la producción (cantidad de trabajo, horas trabajadas, otros), entonces tendrás que hacer cortes mensuales y calcular su pago.
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Gastos de envío. Las salidas no son constantes cada mes, por lo que también entran en la clasificación de costes variables.
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Comisiones de ventas. Vendedores de tiendas o ejecutivos comerciales pueden tener bonificaciones por ventas, las cuales están sujetas al mercado y a su rendimiento.
Ahora que te hemos dado ejemplos de costes fijos y variables, tienes todos los recursos para aplicar estas herramientas en beneficio de la economía de tu empresa.