Control de absentismo: métodos y sistemas para tu empresa
El absentismo laboral es uno de los principales problemas que deben afrontar hoy las empresas porque repercute en la economía y en la estructura interna de la firma.
Desafortunadamente, la causa de la falta no siempre está justificada por vacaciones, enfermedades o permisos especiales y aquí es dónde todo se complica.
Es que, cuando el absentismo es producto de una situación particular, la empresa lo sabe con antelación y toma cartas en el asunto (reparte tareas o contrata personal de manera temporal, por ejemplo).
Pero, cuando el trabajador ni siquiera es capaz de avisar, supone una gran complicación para la empresa porque deberá tomar medidas rápidas, que impacten lo menos posible en la productividad de la firma.
A pesar de que puede ser antipático para tus empleados, en estos casos lo mejor que puedes hacer es implementar medidas de control de absentismo.
Estas acciones están destinadas no solo a conocer los días en los que un trabajador no ha ido a la empresa, sino también las llegadas tarde o las retiradas antes de cumplir con el horario correspondiente.
Tipos de absentismo laboral
Antes de implementar medidas de control para tu empresa, es necesario conocer los tipos de absentismo para no apresurarse en tomar decisiones que perjudiquen al trabajador y a la firma.
En términos generales, podemos diferenciar tres causas diferentes:
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Justificadas: incluye las ausencias por enfermedades, vacaciones y permisos especiales (como por ejemplo maternidad y paternidad). Estas situaciones no suelen repercutir en la productividad porque la firma conoce con antelación que el empleado no va a ir a trabajar y, en consecuencia, toma medidas al respecto.
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Injustificadas: en estos casos, el trabajador no tiene ningún motivo que justifique su ausencia en la fábrica/oficina. Puede deberse a situaciones personales íntimas, incomodidades en su puesto, mala relación con los compañeros, desinterés… En fin, los motivos pueden ser varios pero lo que es seguro es que perjudicará a la firma.
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Presencial o presentismo laboral: son los casos más difíciles y extraños porque el trabajador acude a su puesto, pero no cumple con las tareas correspondientes. En general, son profesionales que no están a gusto con la empresa.
Implementar servicios de control de absentismo
El absentismo laboral puede solucionarse aplicando sistemas de gestión de vacaciones, ausencias, presencia y control horario.
Sí, lo sabemos: es posible que esta situación genere un gran malestar entre los empleados porque pueden sentirse demasiado observados.
Pero si el absentismo se repite, es lo mejor que puedes hacer para terminar con este tipo de problemas que sin duda afectan el rendimiento de la firma.
En concreto, estos sistemas de control permiten obtener informes reales de las horas trabajadas de cada uno de los empleados.
Estos datos los podrás obtener mediante huellas dactilares, reconocimiento facial, sistema de fichaje digital o máquinas biométricas.
Tener un control del absentismo laboral no significa que tienes que echar a quienes no cumplan con las horas correspondientes.
Puede ser una herramienta clave para conocer las razones de las repetitivas faltas de tus trabajadores y, en consecuencia, tomar medidas para que los trabajadores vayan a la oficina o fábrica.
Ahora bien, en caso de que estos sistemas demuestren que uno o varios de tus empleados faltan constantemente, vas a poder tomar una decisión apoyándote en estos datos.
En este punto, es común que muchas personas no vayan a trabajar para que los echen y así poder cobrar una jugosa indemnización.
Pues bien, gracias al control de absentismo, podrás demostrar que ese empleado ha faltado a sus obligaciones. En consecuencia, si vas a juicio, probablemente lo ganes porque tienes evidencias claras.
¿Cómo hacer frente al absentismo laboral?
El absentismo laboral repercute notoriamente en una empresa, especialmente si es no justificado porque hay que reacomodar al resto de la plantilla para suplantar a quien faltó sin avisar.
Es muy probable que la productividad baje porque hay menos empleados en las oficinas/plantas, lo que puede llevar a tener problemas con la atención al cliente y desencadenar problemas internos entre los trabajadores por la sobrecarga de tareas.
En la mayoría de los casos, las faltas sin previo aviso se deben a falta de motivación del trabajador, ya sea porque no le gusta su puesto o no se lleva bien con sus compañeros, o a problemas de índole personal.
Por esta razón, una manera de evitar el absentismo es brindar espacios de acogida donde prevalezca el diálogo que haga que el empleado se sienta “dentro” de la empresa, algo que seguramente va a valorar y puede ser decisivo para que retorne al trabajo.
Es posible que la contratación de un servicio de consultoría especializado en estos temas sea la solución porque pondrá a disposición profesionales calificados y con experiencia para ayudarte a hacerle frente a estas situaciones.