Futuro del sector industrial en la era post-Covid (KW sector industrial) 13/12/2022
El alcance del coronavirus en el sector industrial ha sido enorme. Según recientes encuestas, el 78% de los fabricantes anticipan un impacto financiero, el 53% prevé un cambio en las operaciones y el 36% está experimentando interrupciones en sus cadenas de suministro. Por ello, es lógico plantearse cómo serán los impactos de la emergencia sanitaria a corto y largo plazo a medida que las principales economías se estancan para frenar la crisis y la propagación del virus.
A nivel global, el sector industrial está experimentando cancelaciones de exportaciones, retrasos en los pagos e interrupciones en la logística. Sin embargo, según el economista Larry Hu, lo peor aún está por venir con relación a las exportaciones y la cadena de suministro. Durante todo el año, las exportaciones de China podrían caer fácilmente un 10% o más. Mientras tanto, seguimos intentando lidiar con los desgloses de la cadena de suministro y la escasez de inventario de equipos médicos críticos.
Aun así, las empresas esenciales, como las que producen alimentos, suministros médicos o que apoyan la infraestructura necesaria y la distribución de suministros, siguen en funcionamiento. Los líderes de estas empresas se enfrentan a desafíos completamente nuevos a medida que la salud de los trabajadores y la creación y mantenimiento de un entorno seguro se convierten en las principales preocupaciones.
Buenas prácticas del sector Industrial frente a la Covid-19
Anteponer a los trabajadores
Ante el avance de la pandemia, los empleados están muy nerviosos por su salud, pero siguen queriendo trabajar. Se trata de hablar con ellos y asegurarse de que todos se sientan cómodos. Todas las empresas activas del sector industrial deben limpiar y desinfectar sus instalaciones varias veces al día, instalar nuevos puntos de lavado de manos y asegurar que se puede mantener el distanciamiento social.
En momentos como estos, es más importante cuidar primero de los empleados. No siempre se puede confiar en lo que se hacía antes pues, lo más importante ahora es apoyar y proteger al trabajador. Puesto que todo está cambiando, el nuevo método de actuación debe ser práctico. Hay que tratar de ser sensibles y responder a las necesidades del personal.
Las pequeñas y medianas empresas siempre han tenido que ser rápidas para resolver problemas. Pero incluso los propietarios y gerentes más experimentados han sido sorprendidos por el cierre del coronavirus.
La eficacia de la cadena de suministro invertida
Se necesita actuar sobre la marcha según surgen los problemas en el área del negocio. Muchos subcontratistas han cerrado temporalmente sus puertas, lo que ha provocado problemas en la cadena de suministro.
Todas las empresas activas del sector industrial han tenido problemas con los empleados, con los clientes, con los proveedores, problemas con el taller, bancarios, etcétera. Ante todo esto es lógico plantearse cómo seguir adelante. Todos quieren algo. Sin embargo, ahora es el momento de preguntar qué necesitan los demás.
Por otro lado, aspectos que antes se consideraban esenciales dentro del sector industrial ahora ocupan un segundo plano. La mayoría de las empresas no se preocupan en la actualidad por productos devueltos o los RMAS (autorización de devolución de mercancías).
Futuro del sector industrial
La pregunta del millón ahora mismo es cómo será esa "nueva normalidad" en la era post-Covid. No es descabezado pensar en protocolos de seguridad para los trabajadores. Un aumento de los estándares de limpieza, el escaneo de los empleados para verificar sus temperaturas o asegurarse de que todos usen mascarillas podrían terminar convirtiéndose en algo común.
La Covid-19 impulsará cada vez más la innovación y obligará a las empresas a tomar decisiones difíciles. La reorganización ocurrirá especialmente entre proveedores esenciales, incluido el apoyo médico y los suministros básicos.
Pero ¿qué sucede si, como predicen algunos expertos, tenemos una segunda o tercera ola de coronavirus? ¿Qué pasa si aparece una pandemia aún peor? ¿Podemos realmente permitirnos bloquear toda la economía durante un período prolongado? Se necesitan cambios sistémicos para garantizar un mejor seguimiento de la enfermedad. Esto a su vez ofrecerá más respuestas estratégicas basadas en datos. La buena noticia es que se pueden utilizar muchas de las herramientas tecnológicas que ya tenemos.
Tenemos que ser más inteligentes al rastrear un virus para poder identificarlo y responder más rápido. Ahora, será para garantizar la seguridad. Tendremos que construir algunos de estos tipos de tecnología en ciertas áreas de alto riesgo y en el escenario de virus. Además, es probable que las compañías deban permitir que más empleados tengan acceso remoto a los controles climáticos de la planta, mantenimiento, monitoreo de equipos, seguridad, etc. en caso de que no puedan trabajar en el sitio. Por supuesto, las empresas deberán tener la capacidad de desinfectar y limpiar sus instalaciones, las materias primas y los suministros que provienen de proveedores externos.
La “nueva normalidad” en el trabajo
Es probable que surjan áreas de crecimiento en saneamiento y limpieza. Los empleados no querrán trabajar en espacios de trabajo superpoblados en el futuro, lo que podría generar nuevas soluciones en espacios sociales. La gente aceptará la automatización y los cobots (robots colaborativos que trabajan cerca de las personas) en más espacios de trabajo. El trabajo desde casa será mucho más popular, y para las empresas más establecidas con una gran fuerza laboral, pueden optar por no contratar a tantos trabajadores como antes.
Incluso con estos cambios, a largo plazo, especialmente en el sector industrial, habrá una guerra por atraer el talento. Retener este talento será clave para el éxito de la empresa. Las decisiones difíciles y las pérdidas serán inevitables a corto plazo, pero centrarse en el núcleo humano para preservar el servicio y la lealtad será esencial para las empresas exitosas.
El mercado seguirá en retroceso durante seis u ocho semanas antes de que la demanda se recupere. Los que sobrevivan sabrán y preservarán lo que es esencial para el negocio. Muchas organizaciones más grandes con divisiones competitivas podrán optar por reducir drásticamente la producción para áreas fuera de su industria principal. Además, la economía eliminará a los operadores menos eficientes en la industria de la hostelería y la restauración. Para otros, el éxito dependerá de la diversificación y la capacidad de pivotar sus operaciones. Una vez que el Gobierno permita la reapertura de todos los negocios no esenciales, especialmente en el sector industrial, la recuperación será lenta y esporádica y los inversores tomarán medidas estratégicas para protegerse frente a la incertidumbre.