Todos hemos tenido el placer de trabajar con un buen gerente y todos hemos tenido que aguantar a uno malo. Aprender a ser un buen líder no es tarea fácil. Pero ¿qué caracteriza a un buen directivo?
¿Qué hace a un buen gerente y líder?
Ser un buen líder requiere un conjunto de habilidades completamente diferente en comparación con sobresalir en otros puestos. Muchas posiciones son insulares. Necesitan que el empleado se concentre en su propio trabajo lo mejor que pueda.
Algo que caracteriza a un buen directivo, una de las cualidades más importantes de un buen gerente, es la capacidad de hacer que otras personas sean mejores en su trabajo. Los gerentes son responsables de motivar, alentar y organizar a otras personas, y esto a menudo se basa más en habilidades blandas que en habilidades duras.
Cuantificar el conjunto de habilidades de un gerente no es una tarea sencilla. Utilizan considerables habilidades interpersonales y conocimientos desarrollados a través de la experiencia. Esto resulta más difícil de definir.
A la hora de analizar qué caracteriza a un buen directivo, no podemos olvidar que los buenos gerentes entienden lo que es ‘único’ acerca de sus empleados y encuentran formas de maximizar su potencial. Esto significa construir estratégicamente sobre las fortalezas de un equipo y superar las debilidades para producir el mejor resultado posible.
Parte de este proceso es crear un ambiente de trabajo inclusivo y promover una cultura laboral positiva. Pero, también es hacer un seguimiento continuo de cómo operan sus empleados y cómo evoluciona la dinámica del equipo con el tiempo y la rotación.
Es importante recordar que no existe un enfoque único que caracteriza a un buen directivo. En cambio, una variedad de estilos de gestión pueden ser efectivos, según cómo se apliquen y la fuerza laboral a la que se apliquen.
La importancia de una buena gestión
Una buena gestión es fundamental para el éxito de una empresa. Cuando se observa una empresa eficaz y eficiente, los resultados que logran generalmente se pueden relacionar con excelentes gerentes que organizan y motivan a los empleados, mientras inculcan una cultura positiva en el lugar de trabajo.
Los estudios de Gallup muestran que los líderes tienen un efecto masivo en el desempeño de los empleados y son responsables de al menos el 70 % de la variación en el compromiso del equipo. Esa es una estadística asombrosa, que muestra cuánta diferencia s e debe a una buena administración y lo importante que puede ser un pequeño número de empleados para el desempeño general de la empresa.
Existe una correlación directa entre el compromiso de los empleados y el desempeño organizacional. Los empleados más comprometidos conducen a un mayor compromiso y productividad, mejores servicios, retención de talento y satisfacción del cliente. Al mismo tiempo, también reducen el ausentismo de los empleados.
Las cualidades y rasgos de un buen gerente
Encontrar empleados con el perfil que caracteriza a un buen directivo es una tarea difícil. Mucho de lo que hace a un candidato adecuado se puede resumir en una lista de rasgos.
La investigación realizada por Gallup muestra que solo una de cada diez personas posee todos los talentos necesarios para tener éxito, y otras dos de cada diez personas exhiben algunos de los rasgos de un buen gerente.
A continuación, se describe una lista de las cualidades necesarias de un buen gerente.
1. Empatía
Los líderes deben cuidar y considerar el bienestar de sus empleados. Esto significa mostrar empatía e inteligencia emocional para garantizar que el personal no sea susceptible al agotamiento, la falta de motivación, la ansiedad o la depresión.
Un gerente que puede ponerse en el lugar de otra persona y saber cuándo algo anda mal mantiene el compromiso y la productividad de los empleados, al tiempo que reduce la rotación de personal.
2. Ética de trabajo
La dirección requiere una sólida ética de trabajo y la voluntad de hacer un esfuerzo adicional por el equipo. Los empleados con gerentes que trabajan arduamente, y que no se limitan a pasar por alto su trabajo, tienen más probabilidades de ser leales y dedicados a su empresa.
3. Honesto y justo
Otra cualidad que caracteriza a un buen directivo es la honestidad. Los empleados respetan a los gerentes que son honestos, justos y transparentes en su trato con ellos.
Quieren comentarios veraces y que se les mantenga informados sobre su situación laboral actual y futura de manera práctica. Ser condescendiente u ocultar información crucial al personal resulta contraproducente y genera desconfianza a largo plazo.
4. Confiable
Del mismo modo, demostrar confiabilidad y honradez es el punto de partida para construir una buena relación con los miembros del personal y es fundamental para el liderazgo. Los directivos que mantienen su palabra son los más exitosos.
El personal debe poder confiar en su gerente y saber que no están diciendo una cosa y haciendo otra.
5. Habilidades de comunicación
Las buenas habilidades de comunicación son un requisito previo para ser un buen gerente. Gran parte del trabajo diario de un líder se basa en la comunicación, tanto con los empleados por debajo de ellos como con el equipo de liderazgo por encima de ellos.
El seguimiento del rendimiento del equipo, la obtención de comentarios y el control de posibles problemas requieren un contacto continuo con el personal clave.
6. Motivacional
Cada empleado es diferente, y motivarlos a todos es una aguja difícil de enhebrar. Lo que funciona para algunos miembros del personal puede tener el efecto contrario para otros.
Algunos miembros del personal reaccionan bien a los estímulos ruidosos y bulliciosos; algunos prefieren el reconocimiento privado o enfoques basados en incentivos que ofrecen beneficios tangibles a cambio de alcanzar objetivos específicos.
Los mejores gerentes pueden relacionarse con una variedad de empleados diferentes y adaptar sus técnicas de motivación, para que todos alcancen su potencial.
7. Solidario y confiado
Dos cualidades que caracterizan a un buen directivo es que apoyan a su personal y confían en sus habilidades. Defienden a su equipo y los defienden ante el liderazgo superior.
Delegan tareas con confianza y nunca microgestionan. Saben que poner fe en empleados capaces los empodera para mejorar su capacidad y desarrollo profesional.
8. Pensamiento estratégico
Liderar a los empleados y ser responsable de la dirección de un equipo enfatiza la visión y el pensamiento estratégico del gerente. Requieren un conocimiento comercial significativo y perspectivas únicas para encontrar la mejor estrategia para una situación determinada.
Esto significa tener una comprensión clara de la tarea en cuestión, aplicar sólidas habilidades analíticas, basadas en la información relevante, y predecir los posibles resultados de varios enfoques para determinar la opción óptima.
9. Recibe bien la retroalimentación
Los buenos directivos fomentan culturas de trabajo creativas, donde los empleados son libres de superar los límites. Esto requiere que el personal pueda hablar abierta y honestamente con sus superiores sin temor a las repercusiones.
10. Habilidades de gestión de conflictos
Los conflictos son una parte natural del trabajo en equipo. Las ideas que compiten, los conflictos de personalidad y los diferentes estilos de trabajo que coexisten producen desacuerdo. Es un trabajo, que caracteriza a un buen directivo, superarlos a través de habilidades prácticas y proactivas de manejo de conflictos.
Los gerentes deben ser rápidos para identificar y actuar sobre los conflictos potenciales, enfrentándolos y no permitiendo que se intensifiquen.
Como puede ver, hay muchos rasgos que caracterizan a un buen directivo y que se deben desarrollar cuando se aprende a ser un buen gerente. Si bien los nuevos líderes requieren habilidades innatas y talento natural para el puesto, muchas de estas cualidades pueden fortalecerse mediante una capacitación y un desarrollo adecuados.