Con el objetivo de facilitar la transición hacia la nueva jornada laboral máxima de 37,5 horas semanales, el Gobierno ha anunciado un paquete de bonificaciones para PYMES por la reducción de la jornada laboral. La medida busca mitigar el impacto económico que podría generar la reducción de horas laborales, especialmente en microempresas y sectores con alta dependencia de mano de obra.
A qué tipo de PYMES se dirige la medida
El plan contempla bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social para las PYMES con menos de 10 empleados que amplíen jornadas laborales de trabajadores a tiempo parcial o contraten nuevo personal para compensar las horas reducidas. Según cálculos del Ministerio de Trabajo, cerca de 1,2 millones de microempresas podrían beneficiarse, especialmente en sectores como la hostelería y el comercio.
El Ministerio de Trabajo calcula que cerca del 70% de las nuevas contrataciones podrían beneficiarse de los incrementos adicionales en las bonificaciones. En total, se espera que más de 80.000 empresas y autónomos se adhieran a la iniciativa, generando alrededor de 65.000 empleos equivalentes a contratos de jornada completa.
Cómo se aplicarán las bonificaciones para PYMES
Las ayudas se aplicarán mensualmente durante un año y estarán disponibles para las contrataciones realizadas en los seis meses posteriores a la entrada en vigor de la medida.
Además de estas circunstancias, se ofrecerán bonificaciones adicionales si las nuevas contrataciones favorecen a colectivos vulnerables, como mujeres, jóvenes menores de 30 años o mayores de 55, siempre que los contratos se mantengan durante al menos tres años.
Diferencia de criterios entre Gobierno y patronal
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, defendió la iniciativa argumentando que la reducción de la jornada laboral no solo busca mejorar la calidad de vida de los trabajadores, sino también aumentar la productividad empresarial. “Esta medida es un paso hacia un modelo laboral más justo y eficiente”, afirmó Díaz.
Sin embargo, la propuesta no ha estado exenta de críticas. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) expresó su preocupación por los posibles aumentos en los costes laborales y la complejidad administrativa que podría acarrear la aplicación de las bonificaciones. “Las PYMES ya enfrentan múltiples desafíos económicos, y estas medidas podrían añadir más presión”, señalaron desde la patronal.
Paralelamente, la patronal ha comenzado a presionar a los grupos parlamentarios para que se amplíen los plazos de entrada en vigor de la nueva normativa sobre la reducción de la jornada laboral. Según el texto actual, las comisiones negociadoras de los convenios colectivos disponen hasta el 31 de diciembre de 2025 para adaptar sus acuerdos a la nueva jornada máxima. Sin embargo, los empresarios argumentan que la aplicación debería ser gradual, permitiendo a los distintos sectores, especialmente a las PYMES, ajustarse al cambio de manera progresiva y considerando sus particularidades y limitaciones operativas.
A pesar de las tensiones, el Gobierno continúa negociando con sindicatos y organizaciones empresariales para ajustar los detalles de la propuesta y lograr un equilibrio entre la protección de los derechos laborales y la viabilidad económica de las empresas.
Con la puesta en marcha de estas bonificaciones para PYMES y ayudas por reducción de jornada, España se suma a la tendencia europea de explorar jornadas laborales más cortas sin afectar el empleo ni la competitividad empresarial, aunque el debate sobre su efectividad sigue abierto. No dudes en ponerte en contacto con nosotros a través de Adecco Empresas para poder asesorarte.