La violencia contra la mujer se define como aquella ejercida por el hecho de ser mujer, como manifestación de la situación de desigualdad existente. Es como tal una forma de discriminación que impide su capacidad para disfrutar de derechos y libertades en igualdad de condiciones
Su repercusión social ha permitido la aprobación de leyes y políticas específicas para luchar contra ella, poniendo de manifiesto que supone una violación de derechos fundamentales; como tal, requiere un tratamiento transversal, puesto que la subsanación de acontecimientos como hechos aislados no hace más que agravar el problema
Tristemente conocida es la violencia de género enmarcada en el ámbito de la pareja, aquella que se ejerce sobre las mujeres por parte de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones de afectividad (parejas o ex-parejas). El objetivo del agresor es producir daño y conseguir el control sobre la mujer, por lo que se produce de manera continuada en el tiempo y sistemática en la forma, como parte de una misma estrategia.
España fue, de hecho, pionera en la publicación de la Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. De manera más reciente, en 2017, se aprobó el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, entendiéndose como acuerdo entre partidos políticos de tendencias opuestas para enmarcar la acción del Estado a largo plazo en asuntos de trascendencia, sin importar quién ocupe el gobierno en cada momento. Gracias a él, se busca avanzar en el cumplimiento del Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica (Convenio de Estambul), ratificado por España en el año 2014. De este modo, se presta atención a otras formas de violencia contra las mujeres, como la violencia sexual, la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, la mutilación genital femenina y los matrimonios forzados.
Por tanto, es primordial identificar áreas de mejora para aumentar la efectividad de las actuaciones en la erradicación de la violencia contra las mujeres.
¿Por qué es tan importante adoptar un enfoque preventivo?
Conocer en qué consiste la violencia de género es el primer paso para abordarla de forma integral. Prevenir también puede considerarse intervenir a tiempo; por eso, es recomendable valorar los siguientes puntos:
1. Trabajar en el conocimiento de la materia mediante la promoción de campañas de sensibilización y el refuerzo del cumplimiento legislativo.
La obligación de la gestión pública con los objetivos de las políticas de igualdad debe ser prioritaria, no sólo porque así lo establece la normativa, sino por el propio compromiso asumido en el ejercicio de sus competencias por parte de entidades locales, organismos autónomos y empresas municipales.
En cuanto a la implicación del sector privado, a través de la responsabilidad social empresarial debe mostrarse proactividad en su ámbito de actuación. Esto comprende protocolos y procedimientos que traten todas las formas de violencia en un ámbito laboral, proponiendo en su caso mejoras sobre la legislación. Actualmente, dentro de los Planes de Igualdad puede incluirse voluntariamente un área de análisis como es la Violencia de Género, fruto de la negociación con la parte social.
Debe reseñarse además que el acoso en entornos laborales, con especial foco en el acoso sexual y por razón de sexo, son manifestaciones de violencia de género y requieren protocolos específicos; cuestión ésta que confluye directamente en la obligación y responsabilidad de las organizaciones en crear entornos de trabajo sanos y seguros, en virtud de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
2. Entender cómo funciona la violencia.
La psicóloga norteamericana Leonor Walker, ya en 1978, habló de la teoría que se conoce como ciclo de la violencia: desde una aparente calma inicial, de manera insidiosa y progresiva va surgiendo la tensión y el miedo hasta producirse un estallido de violencia, el cual se acompaña de disculpas, promesas y una vuelta a la aparente calma. Así explicaba las dinámicas que perpetúan la violencia, y facilitaba el entendimiento de por qué cualquier mujer puede quedarse atrapada en dicho ciclo
De manera relativamente reciente, ha comenzado a hablarse de continuum de violencia, teoría acuñada por Cynthia Cockburn, precisamente para visibilizar que permanecer en relaciones de malos tratos es sufrir una violencia permanente. Aún inmersa en un período de aparente calma, es solamente un interludio para que se produzca un nuevo estallido.
Es también necesario mencionar las diferentes manifestaciones, como son:
- Violencia Física,que se caracteriza por el uso de comportamientos o conductas agresivas repetitivas, con el objetivo de causar dolor a la víctima. Este tipo de agresiones son de carácter intencional, nunca accidental, ya que se busca dañar y poner en riesgo.
- Violencia Psicológica,definida como una desvalorización reiterada; se lleva a cabo por medio de humillaciones, críticas, amenazas, juegos mentales, burlas, o destrucción de objetos personales; por otro lado, pueden producirse comportamientos restrictivos que dificultan la interacción de la víctima con amistades y familiares, el uso u obtención del dinero para cubrir necesidades básicas, o la vigilancia de conversaciones, movimientos y trayectos. Esta violencia no es tan visible como la física y es más difícil de demostrar. Muchas veces la víctima no la identifica sino que la justifica como propia del carácter del agresor.. objetos o destrozos a la propiedad, intimidación con armas, cambios bruscos y desconcertantes de ánimo, tratar al otro como inferior, tomar las decisiones importantes sin consultarle, amenazar con suicidarse.
- Violencia Verbal,que hace referencia a las actitudes hostiles del agresor por medio del lenguaje verbal, utilizando el uso de reproches, insultos, amenazas, palabras soeces, respuestas agresivas y desprecio por las opiniones y actividades que realiza la otra persona. burla o insulto.
- Violencia Económica,consistente en la privación intencionada, y no justificada legalmente, de recursos para el bienestar físico o psicológico de la mujer y sus hijos/as, así como la discriminación en la disposición de recursos compartidos en el ámbito de la convivencia. Se presenta en cualquier clase social.
- Violencia Sexual,que se concibe en aquellas acciones en que la persona es obligada, inducida o presionada a realizar o presenciar algún tipo de práctica sexual no deseada. exigir o imponer la relación sexual, obligar a la víctima a prácticas que resulten dolorosas, desagradables o que simplemente no desea.
3. Fomentar el espíritu crítico y cuestionar mitos asociados.
Los mitos asociados a la violencia de género son creencias estereotípicas sobre dicha violencia, generalmente falsas, pero sostenidas amplia y persistentemente. Sirven para minimizar, negar o justificar la agresión.
Si desterramos estos mitos, lograremos poner de manifiesto tanto la incidencia real del problema como los posibles caminos para la búsqueda de soluciones y propuesta de planes preventivos.
Con todo lo anterior, es crucial no quedarse en lo declarativo; las acciones que se realicen deben perseguir objetivos claros y que promuevan el cambio. Desde Adecco L&C, estaremos encantadas de colaborar si como organización buscas promover cualquiera de estos puntos.
Por Elena Martín Ruíz.
Responsable Nacional de Área de Igualdad
y Diversidad de Adecco Learning & Consulting