¿Qué es la productividad de una empresa?
La productividad es un indicador económico que permite a los dueños de empresas calcular y evaluar la capacidad que tiene la compañía para utilizar los recursos disponibles, sobre todo para la producción de sus bienes y servicios.
Lo más importante de conocer el desempeño del personal y del equipamiento mecánico, es lo que posibilitará saber cómo de productiva es la firma. Sin duda, este es el aspecto más relevante a tener en cuenta cuando se administra una empresa, independientemente del sector del que se trate.
Conocer la productividad de la compañía, posibilitará saber qué aspectos hay que corregir para que el crecimiento económico hasta los límites deseados. Lógicamente, si todo marcha según lo esperado, no habrá que modificar nada para poder mantener el rendimiento de la compañía. Si tienes una empresa, en este artículo te contaremos cómo calcular su productividad y qué puedes hacer para mejorarla.
¿Cómo se calcula la productividad de una empresa?
El concepto de productividad es el proceso básico de producción de una empresa, teniendo en cuenta la inversión en materia prima, capital, mano de obra, horas de trabajo y maquinaria. En definitiva, todos los recursos utilizados para la producción obtenida.
Desde la perspectiva matemática, calcular el rendimiento de una compañía, consiste en determinar la relación existente entre la inversión de todos estos procesos productivos y el producto final obtenido. Esta cuenta se hace dividiendo el número de unidades producidas, o servicios, entre las unidades que representan cada factor o recurso (humano, mecánico, tiempo, etc.)
De esta manera, vas a poder calcular la productividad segmentada en los diferentes factores productivos que intervienen en la producción.
¿Cómo hacer para aumentar la productividad de una empresa?
Aumentar la productividad de una empresa, es un proceso que consiste en incrementar los productos o servicios obtenidos manteniendo el mismo nivel de inversión. Según las necesidades de la compañía, también puede significar mantener el rendimiento reduciendo el dinero en determinadas unidades de la firma (por ejemplo, prescindiendo de maquinaria).
Por tanto, podemos decir que aumentar la productividad es hacer cualquier cambio o ajuste en la dinámica de la empresa, con el objetivo de aprovechar mejor los recursos, pero sin descuidar los niveles de producción. En otras palabras, significa obtener un mayor rendimiento reduciendo la inversión. Hay dos aspectos excluyentes para analizar la alta productividad: la maquinaria y la productividad personal.
Calcular productividad de la maquinaria
Está claro que, la maquinaria, es uno de los factores más importantes que intervienen en el proceso productivo de una empresa. Los avances tecnológicos están facilitando muchos procesos, especialmente todos aquellos que pueden ser automatizados, incrementando la productividad marginal contra los competidores potenciales. Para calcular su nivel de productividad, se tienen en cuenta tres indicadores básicos: la disponibilidad, el rendimiento y la calidad del equipamiento y materias primas.
El resultado de este análisis te permitirá conocer cómo puedes mejorar los tiempos y el proceso productivo, para medir la eficiencia de producción. No hace falta aclarar que, si los equipos tienen problemas, los procesos de producción se demoran y esto hace que sea necesario corregir o adquirir nuevos equipos para mejorar el rendimiento de la empresa y los estándares de calidad.
Calcular productividad de los empleados
El activo más importante de cualquier empresa son sus empleados, lo que significa que gran parte de la productividad va a depender de los trabajadores. Esto lo llamamos productividad laboral.
Por esta razón, una de las cuestiones más importantes, es que todos los profesionales estén a la altura de lo que la firma necesita. Su nivel de productividad personal, tendrá consecuencias muy relevantes en la suma de todos los esfuerzos.
Para ello, la fuerza laboral debe estar compuesta por personas que estén capacitadas para la tarea que van a realizar. Esto significa que cuenten con los conocimientos, competencias y experiencia que exija cada rol.
No todo depende de la capacidad de los empleados, sino que es fundamental que estén bien organizados para que la productividad laboral sea óptima. En otras palabras: puedes tener a los mejores profesionales, pero esto no significa que el rendimiento sea excelente.
Aquí es preciso que quienes ocupan altos cargos - el directivo, principalmente -, sea una persona que sepa gestionar los recursos humanos de la empresa. Prestar atención al aspecto emocional, también es muy importante para la productividad laboral. Cuando tenemos un problema personal, es lógico que repercuta en el ámbito profesional y en el proceso de producción. No somos robots.
Mejorar su calidad de vida y brindar apoyo en medida de lo posible -darle unos días libres, por ejemplo-, es muy importante y ten por seguro que la persona lo va a valorar, teniendo una influencia directa con la alta productividad. Un buen ambiente de trabajo es un factor determinante para mantener al equipo motivado y satisfecho durante toda la jornada laboral. En ocasiones, las medidas más sencillas inducen en un aumento de productividad.
Así como es indispensable ofrecer las mejores condiciones de trabajo para que todos estén cómodos, también es fundamental encontrar un equilibrio y ser estricto para que no haya un relajamiento que perjudique el rendimiento de los empleados, y en definitiva, en tu capital invertido.