Faltas graves en el trabajo: qué hacer y cómo gestionar las malas conductas
Aunque hoy en día se tiene como prioridad la experiencia del trabajador, es cierto que, para que exista una relación justa entre ambas partes, los empleados también deben tener obligaciones dentro de la empresa.
En caso de incumplirlas, el empleador puede poner sanciones relativas al tipo de falta y a la gravedad, según lo que esté dispuesto en el reglamento. Ahora, ocurre lo mismo con las malas conductas: existen reglas de convivencia que tampoco pueden faltarse.
En ambos casos, pueden sentir la incógnita sobre qué hacer y hasta donde es correcto que pongas una sanción o que reprendas al empleado que incurra en la falta grave en el trabajo.
Este tema tiene varios aspectos a considerar: cuándo se considera que existe una falta grave en el trabajo, cuáles son los tipos de falta y cómo responder ante un acontecimiento como estos. Sigue leyendo y conoce más…
¿Qué se considera una falta grave en el trabajo?
En primer lugar, el significado de una falta está previsto en el artículo 58 del Estatuto de los Trabajadores, el cual señala que se considerará que hay una falta en el trabajo, cuando el empleado, aun conociendo sus funciones laborales, “comete una falta voluntariamente”.
Consiste, entonces, en todas esas pautas previstas a la función de un cargo que un empleado opta por incumplir. Esto puede enlucir desde llegar tarde al sitio de trabajo, hasta no cumplir con las tareas o formas de producción establecidas.
Una falta no siempre se realiza conscientemente, o tiene como motivación de haber faltado alguna causa externa o de salud. Sin embargo, hay otros actos que sí son considerados graves por la consciencia del daño: robar a la empresa o acosar a otros trabajadores.
Por esta razón, existen tres niveles en los que se puede considerar una falta: leve, grave y muy grave.
Así, una falta muy grave se presenta cuando se ha sancionado 5 o más veces al empleado; una falta grave cerca de 3 veces y una falta leve incluye una sanción en menos de tres meses o cuando se ha realizado un acto donde hay cierta premeditación por parte del trabajador, como haber fingido una enfermedad en una ocasión.
Tipos de faltas graves en el trabajo
Hay diferentes tipos de falta grave en el trabajo, todas sancionables de un modo diferente según la naturaleza de la mala conducta:
1. Ausencias injustificadas, retrasos laborales o presentismo laboral
Cuando el trabajador falta a la empresa entre 2 o 4 veces en un mismo mes y sin tener una justificación, se incurre en ausentismo laboral.
Sin embargo, también es una falta grave retrasarse varias veces seguidas en el horario de entrada o estar en la empresa sin cumplir con las funciones del cargo.
2. Irresponsabilidades en el trabajo
Trabajar en estado de embriaguez es una falta grave, pues el trabajador no se encuentra en condiciones de poder llevar sus responsabilidades con normalidad.
Incluso, pudiese fallar gravemente en el empleo de máquinas, quedarse dormido, entre otros actos riesgosos tanto para la vida del trabajador, como para otros empleados y para la producción regular de la empresa.
3. Faltas máximas: Robo, acoso sexual, abuso de autoridad
El robo a la empresa es una falta grave cuando existe confiscación de productos de la empresa o de secretos empresariales, documentos privados y otros datos que puedan perjudicarlo frente a la competencia.
El acoso sexual es una falta grave en todas sus modalidades, pero puede ser muy grave si hay abuso de autoridad en el victimario hacia la víctima. En todo caso, todo tipo de burla o atentado contra la intimidad de un trabajador es una mala conducta sancionable.
¿Cómo gestionar las malas conductas y faltas graves en el trabajo?
Aunque un pico de trabajo también puede significar más ingresos, en algunos casos no contar con la capacidad de cumplir con la demanda, puede preocupar por los riesgos de pérdida que hay detrás. Por eso, hay varias soluciones disponibles:
1. Evalúa la denuncia o irregularidad
Te puedes enterar de esta falla por parte de supervisores, jefes de departamento o el equipo de Recursos Humanos, así como la denuncia de otros trabajadores. En todo caso, no descartes ninguna información y evalúa para poder actuar correctamente.
2. Si son faltas leves realiza advertencias
En caso de ser la primera o segunda vez que se presenta la falta y que tenga un origen operativo (llegar tarde, faltar algunos días al mes, entre otros), realiza advertencias claras con conocimiento de las consecuencias.
3. Suspende por faltas graves
Si ya optaste por conversar y realizar advertencias, pero tu empleado siguió incurriendo en las mismas faltas (o lo hecho tiene una naturaleza grave de por sí), entonces corresponderá suspenderlo de la planta y su sueldo por 20 días.
4. Realiza conferencias y reuniones para alertar al resto del equipo
No dejes esto como un hecho aislado: ubica las fallas en tu empresa y en base a eso crea conferencias, dinámicas grupales, charlas o ejercicios que tengan como objetivo recordar sobre temas importantes o educar para evitar los mismos errores en otros empleados.
Las faltas graves en el trabajo son sancionables porque generan un daño a la empresa (de forma directa o indirecta), pero en todo caso, es importante aprender de esta situación y mejorar las herramientas que impidan nuevos problemas.