Las razones del aumento de la “pobreza de tiempo” (como la han denominado los científicos sociales) son numerosas y matizadas, pero los comportamientos corporativos que valoran la cultura del ajetreo son, al menos en parte, los culpables y, en teoría, también deberían ser fáciles de corregir. En pocas palabras, el ajetreo se ha convertido en un símbolo de estatus.
Las personas perciben a los demás que están ocupados, y que usan productos que indican que están ocupados (como un auricular Bluetooth para realizar múltiples tareas), como importantes e impresionantes. Además, estudios recientemente publicados han descubierto que, en los Estados Unidos, Francia o Corea del Sur, las personas consideran que aquellos que se esfuerzan mucho son "moralmente admirables", independientemente de su producción.
Pero cuando se trata de la vida corporativa, el busyness no es una virtud, y ya es hora de que las organizaciones dejen de exaltarlo. Evaluar a los empleados sobre lo ocupados que están es una forma terrible de identificar el talento más creativo y productivo. Sin embargo, muchas firmas recompensan y promueven solo a las personas que muestran lo "duro" que están trabajando.
Las investigaciones indican que cuando las organizaciones sobrecargan a los empleados, basan sus incentivos principalmente en la cantidad de tiempo que trabajan y supervisan excesivamente sus actividades, la productividad y la eficiencia en realidad disminuyen.
El agotamiento entre los empleados puede aumentar la rotación, con un coste considerable para el desempeño financiero de las empresas. Incluso si los empleados no se van, la cultura del ajetreo perjudica el resultado final al reducir el compromiso del personal y aumentar el ausentismo.
Por otro lado, también perjudica la salud de los trabajadores: algunos informes mostraron que el exceso de trabajo puede aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular, enfermedad cardíaca y, en última instancia, la muerte; además de un empobrecimiento de la salud mental. Por el contrario, la investigación sugiere que reducir las horas de trabajo a niveles manejables puede mejorar la productividad.
5 formas de evitar la cultura del ajetreo
La cultura del ajetreo es intensa, pero es popular por una razón. La mayoría de nosotros queremos creer que tenemos control sobre nuestro propio éxito. Y el exceso de trabajo es una excelente manera de sentir que tenemos el control. Hasta que nuestro bienestar comienza a sufrir.
Si estamos listos para dejar atrás el busyness, aquí hay 5 formas de evitar la cultura del ajetreo y comenzar a priorizar el cuidado personal.
1. Establecer límites
Los límites pueden dar miedo. Lo más probable es que a nuestro jefe, familia y amigos no les guste que empecemos a decir “no” con más frecuencia. Sin embargo, tratemos de recordar que proteger nuestro tiempo nos convertirá en un mejor amigo y empleado a largo plazo.
Podemos comenzar aclarando lo que está drenando nuestra energía. ¿Qué estamos haciendo actualmente que no está en la descripción de nuestro puesto de trabajo? ¿Pasamos todo nuestro tiempo ayudando a los compañeros de trabajo, en lugar de hacer nuestras propias tareas? ¿Nos quedamos hasta tarde por perfeccionismo o porque realmente tenemos que hacerlo?
2. Concéntrate en tus prioridades
El Principio de Pareto dice que el 80% de las consecuencias provienen del 20% de las causas. Así que debemos preguntarnos, ¿es realmente necesario todo lo que está en nuestra lista de tareas pendientes? Lo más probable es que sepamos qué tareas tendrán el mayor impacto en nuestro trabajo. Concentremos nuestra energía en ellas y dejemos que el resto pase a un segundo plano.
3. Descansa intencionalmente
Lo que está programado por lo general se logra. Pongamos tiempo para descansar en nuestro calendario. Debemos tratarlo como si fuera una reunión con nuestro jefe. No reprogramaríamos eso repetidamente, ¿verdad? Recordemos: el descanso es una estrategia a largo plazo para el éxito. El agotamiento no nos llevará a ninguna parte y nuestra salud mental vale oro.
4. Define tu propia versión del éxito
La cultura del ajetreo promueve su propia versión del éxito y, por lo general, es muy materialista. Si bien eso no está mal, no todos sueñan con tener una mansión o conducir un automóvil deportivo.
Pensemos en lo que es importante para nosotros: ¿realmente queremos trabajar 60 horas cada semana? ¿O preferimos crear recuerdos con nuestros amigos y familiares?
5. Pide ayuda
A veces, la cultura del ajetreo puede parecer ineludible. Si nos sentimos atascados, podría ser el momento de buscar la ayuda de un coach o terapeuta. Ellos podrán ayudarnos a hacer un plan que priorice nuestro bienestar físico y nuestra salud mental.
Es posible que también debamos quitar algunas tareas de nuestra parrilla. ¿Podemos pedirle a nuestro jefe que agregue a alguien más al equipo? ¿Existe algún software que pueda automatizar algunas de nuestras tareas repetitivas? La cultura del ajetreo enfatiza demasiado la autosuficiencia, pero el verdadero éxito requiere que aprendamos a pedir ayuda.
Cómo ayudar a los empleados a recuperarse del agotamiento de la cultura del ajetreo
Centrarse en el bienestar es una gran estrategia para mejorar el rendimiento laboral. Esto se debe a que cuando se reduce el agotamiento y se mejora el equilibrio entre la vida laboral y personal, los empleados llegan a trabajar con más energía. Como resultado, estarán más comprometidos, productivos y enfocados.
Entonces, ¿cómo se puede ayudar a los empleados a recuperarse del agotamiento de la cultura del ajetreo? Aquí hay algunos consejos.
- Alentar a los empleados a tomarse un tiempo libre y, si es posible, establecer un número mínimo de días obligatorios.
- Preguntarle al equipo qué necesita y prepararse para tomar medidas, ya sea a través de la contratación, la redistribución de cargas de trabajo o cualquier otra cosa.
- Ofrecer flexibilidad para que los empleados puedan trabajar de forma remota o en un horario ajustado
- Comunicar los estándares claramente, para que los empleados sepan que no se espera que trabajen horas extra regularmente
- Ofrecer beneficios de bienestar que demuestren que la compañía se preocupa por la salud, como membresías de gimnasios, sesiones con terapeutas, comidas saludables de cortesía, etc.
- Crear un ambiente de trabajo de apoyo que no recompense a las personas por sacrificar su salud por la empresa.
Lo más importante es establecer expectativas claras para los empleados, para que sepan que pueden tener éxito sin la cultura del ajetreo. Además, si los ayudan a prosperar, en última instancia, los empleados ayudarán a la empresa a prosperar.
Decir adiós a la cultura del bullicio
No importa cuáles sean tus objetivos, no tienes que ceder al busyness. Al priorizar el cuidado personal y el bienestar, puedes alcanzar de manera sostenible cualquier éxito que te propongas.
Tampoco tengas miedo de pedir ayuda. A veces, un entrenador, un terapeuta o incluso un asistente a tiempo parcial pueden ser justo lo que necesitas para superar la cultura del ajetreo, el agotamiento, los problemas de salud mental y transformar tu vida.